martes, 7 de febrero de 2012

2002
Destino: Esquel


Recorrido:
Bahía Blanca- Las Grutas- Sierra Grande- Puerto Madryn- Gaiman- Esquel- Trevelin-Molino “Nant Fach” -Paso a Chile- Futaleufú- Lago Espolón- Cascadas “Nant y Fall”-Trochita angosta- Nahuel Pan- Parque Nacional Los Alerces- Lago Futalaufquen-Puerto Limonao- Pasarela Lago verde- Lago Menéndez- Ventisquero Torrecillas- Cascada de la Virgen- El Alero (Pinturas rupestres)-Museo Leleque- El Bolsón- Lago Mascardi-Bariloche- Lago Gutiérrez- Puerto Pañuelo- Hotel LLao-LLao- Lago Nahuel Huapi-Piedra del Águila- Neuquén- Villa Regina- Bahía Blanca

Martes 5 de Febrero de 2002

Salimos a la mañana temprano de Bahía Blanca rumbo a nuestra primera escala: Puerto Madryn.
El mediodía nos encontró en Las Grutas, por lo que decidimos almorzar en la playa, que está resguardada de los vientos por acantilados, que la erosión de las aguas talló, dándoles curiosas formas. Por su ubicación en el golfo y la acción de la luz solar, la temperatura del agua del mar es templada y de color azul profundo, características que invitan a hacer una parada para darse un baño.


Siguiendo nuestro recorrido, pasamos por Sierra Grande, donde se encuentran unas minas de hierro, que dejaron de explotarse hace ya un tiempo. Actualmente, se muestran a los turistas, que puede ingresar en la mina, equipado como un minero, descendiendo hasta 70 m de profundidad y recorriendo 2800 m por las galerías.



A las 17 hs ya estábamos en Puerto Madryn, donde encontramos el camping del ACA para experimentar nuestra primer salida en carpa.



Como era temprano, decidimos ir a la playa y visitamos las primeras viviendas de los galeses en la playa que datan del año 1865, cuando arribaron a estas playas a bordo de la goleta Mimosa.


Puerto Madryn es llamada capital subacuática argentina, ya que las aguas serenas y transparentes del golfo Nuevo, con una temperatura media de 17˚ en verano, permiten la penetración de la luz solar hasta una profundidad de 70 m. Se puede bucear y encontrase con el Parque submarino y el barco “Albatros” que fue hundido con la intención de que se transformara en hábitat de diversas especies marinas.


Miércoles 6 de febrero de 2002

Temprano dejamos Puerto Madryn rumbo a nuestro destino Esquel.
Pasamos por Gaiman, Las Plumas, Los Altares, Paso de los Indios, Pampa de Agnia y
Tecka, recreando nuestra vista con paisajes increíbles, y no siendo posible cumplir con lo que habíamos dicho al salir: tratar de sacar pocas fotos, dado que era un viaje muy gasolero, pero no podíamos perdernos el registro de lo que veíamos.
























A las 18 hs finalmente llegamos a Esquel, donde acampamos en el camping “La Rural”
Esquel (“sitio del abrojal” en mapuche), es una ciudad recostada sobre la cordillera andina que emerge en un valle rodeado de montañas de 2000 msnm, en medio de la extensa estepa patagónica. En este pueblo se entrecruzan historias de dos pueblos: los mapuches y los tehuelches. Se fundó en 1906, es un lugar tranquilo, y también de paso al Parque Nacional Los Alerces. La ciudad, mas que centenaria, sigue conservando aires de aldea y pareciera que la gente que vive allí, vive como quiere vivir.

Jueves 7 de febrero de 2002

A la mañana arrancamos a visitar los alrededores de Esquel. Fuimos a Trevelin, termino galés que significa "Pueblo del Molino".Visitamos el Molino Harinero “Nant Fach”, nombre galés que significa "Arroyo Chico", y que está enmarcado en un paisaje de ensueño y las construcciones parecen sacadas de un cuento. Este molino-museo es propiedad de la Familia Evans, de vieja tradición por el canto coral, cuyo ancestro galés Don Thomas Dalar Evans llegó a poblar este valle en 1894 y fue un ilustre personaje de la colonización galesa.

Ya desde la entrada la impresión es gratificante: la vivienda, las flores, el arroyo, el estanque y el puente dan un marco ideal y soñado a la escena. Como fondo, el imponente molino con su gran rueda a la que un pequeño arroyo convierte en el motor de la fabricación de harinas a partir de las espigas del trigo. Es una verdadera demostración del ingenio humano aplicado a la industria.













Luego seguimos viaje hacia la frontera con Chile y cruzamos para llegar a Futaleufú, un pueblo del lado chileno, situado entre lagos, glaciares y ventisqueros, que tiene una geografía ideal para el trekking.

Visitamos el Lago Espolón y las Cascadas Nant y Fall












Viernes 8 de febrero de 2002

Esta mañana se nos ocurrió ir a la Estación ferroviaria para ver la posibilidad de dar una vuelta en el Viejo Expreso Patagónico “La Trochita”, declarada Monumento Histórico Nacional, que data de 1945, un tren a vapor que semeja un convoy de juguete con vagones con salamandras y asientos tapizados y de madera, y que corre sobre las vías de tan sólo 75 cm de ancho. Es uno de los últimos trenes de estas características que funcionan en el mundo.















La extensión total del trazado ferroviario original, desde Esquel hasta Ingeniero Jacobacci en Río Negro, era de 402 km, pero el actual recorrido turístico hasta Nahuel Pan es de apenas 20 km.

Una experiencia que a veces se realiza durante este viaje es simular un asalto al convoy, protagonizada por pobladores a caballo, que ofician de actores, rememorando para los turistas, las andanzas que vivieron en 1902 Butch Cassydi, Sundance Kids y Etta Place, bandoleros internacionales famosos por las tropelías que cometían en la zona. Estas aventuras que el cine recogió en varios filmes, ocurrieron a comienzos del siglo pasado, en esta alejada región patagónica, en cuya estepa el pequeño tren sigue siendo el símbolo de una historia que aún no se terminó de escribir.

Como la tarifa era excesiva, decidimos seguir a la trochita en el auto.

Nahuel Pan es el asiento de una comunidad mapuche-tehuelche que vende artesanías tejidas, de madera y plata y tambien instrumentos musicales. Visitamos el museo de culturas originarias.

Ya en Esquel encontramos en una esquina un negocio que nos llamó la atención por su nombre: “Ramos generales Del Blanco”, por lo que no pude evitar bajar a averiguar si erámos familiares.

Luego nos dirigimos al “Parque Nacional Los Alerces”, creado en 1937, que cuenta con 263.000 hectáreas de extensión, es la máxima atracción de la comarca. Bosques y lagos: el lago Futalauquen, el lago Verde, el lago Menéndez, y el lago Rivadavia. Dentro del parque se encuentra la Villa Futalauquen, aquí la Patagonia alterna lagos, que parecen espejos de agua, y ríos de color verde formados de los deshielos.
Las especies que abundan son el alerce (troncos de hasta 3,50 m de diámetro, una altura de mas de 60 m y cuya existencia se estima supera los 3000 años) y el arrayán.
Visitamos el Lago Futalaufquen (“lago grande” en lengua mapuche), de origen glaciar, que cuenta con una superficie de 4460 hectáreas y una profundidad media de 150 metros. Sus aguas azul plateado están rodeadas por montañas con laderas pobladas de bosques tupidos.

Llegamos al Puerto Limonao, desde donde se puede partir en lancha a través del lago Futalaufquen y el río Arrayanes hasta el Puerto Mermoud en el lago Verde.

Visitamos la sala de interpretación del parque y paseamos por la Pasarela de la Laguna verde y Lago Menéndez.













El paisaje fue tallado hace 14000 años por los glaciares que formaron las actuales cuencas de los lagos patagónicos. El glaciar colgante en la parte superior del Cerro Torrecillas, con moles de hielo de 100 m de espesor, es el reflejo de una gigantesca lengua de hielo que formó al Lago Menéndez que cuenta con una superficie aproximada de 5.570 hectáreas.

Siguiendo nuestro recorrido nos encontramos con la Cascada de la Virgen y visitamos las Pinturas rupestres en “El Alero”.



Sábado 9 de febrero de 2002

Aunque con ganas de quedarnos mas tiempo, arrancamos a la mañana rumbo a Bariloche.
En el camino, ingresando al casco de la Estancia Leleque desde la Ruta Nacional Nº 40, nos encontramos con un museo alucinante, que había sido recientemente inaugurado, en las instalaciones de lo que en otros tiempos fuera el almacén de ramos generales de la familia Sarquís.
 

El museo Leleque cuenta 13000 años de historia de la Patagonia, la experiencia de los pueblos indígenas e inmigrantes, desde la caza de guanacos con proyectiles de piedra hasta la cría de lanares en los campos alambrados, los cambios en las sociedades que poblaron el territorio, las relaciones entre las distintas etnias, los conflictos, las creencias y los rituales religiosos son algunos de los temas de esta larga historia.
A cien metros de las vías de "La Trochita" y al pie de la Cordillera de los Andes, en el mismo entorno que habitaron los indígenas hace miles de años, se puede apreciar la reconstrucción de un toldo tehuelche a escala natural, mientras envuelve el sonido del viento, examinar un documento del Archivo Histórico, hojear un álbum de fotografías antiguas, ver un video temático o consultar un libro de la Biblioteca saboreando un té con tortas. El cacique Foyel en 1870 dijo: "Acá hay lugar de sobra para todos".

Los primeros europeos arribaron a la Patagonia en el siglo XVI. El contacto con el "otro" impactó en la conciencia de indígenas y blancos. Durante más de trescientos años mantuvieron activos intercambios materiales e influencias culturales recíprocas. Las relaciones caracterizadas tanto por el acuerdo como por el conflicto se resolvieron a favor de la agresión, cuando la Nación Argentina desató la "Guerra del Desierto" que puso fin al control indígena sobre el territorio patagónico hacia 1880.

La sociedad patagónica fue transformada por la llegada de los inmigrantes chilenos, libaneses y europeos, cuyos hábitos y costumbres le dieron a la región una identidad cultural propia.

Aventureros, buscadores de oro y bandoleros norteamericanos también buscaron un lugar en el "País del Viento". El ferrocarril, las comunicaciones y el sistema educativo fueron instrumentos de un progreso que también supo de marginalidad, y de conflictos políticos durante la primera mitad del siglo XX.
Hablar del museo Leleque es conocer la historia de Pablo Korchenewski, quien llegó desde Ucrania en 1948 y, 5 años más tarde, se trasladó al sur del país para radicarse en forma definitiva, ya sea en Río Turbio, donde fue minero, en Puerto Madryn, o en los distintos rincones que recorrió en la Patagonia.

Pablo perseguía la idea de coleccionar objetos que documentaran el pasado de la región.
Años de juntar y clasificar pequeñas y “viejas” cosas, dieron como resultado una colección arqueológica de más de 14.000 piezas que donó en 1996 a la Fundación Ameghino, y que años mas tarde, el contacto con Carlo Benetton, quien poseía tierras en la Patagonia, haría que tres años después surgieran el Centro de Investigaciones Científicas “El hombre patagónico y su medio” y el museo Leleque.

Pasamos por El Bolsón, donde los fines de semana hay feria artesanal y almorzamos en el Lago Mascardi, que posee un largo máximo de 23 km; un ancho máximo de 4 km, y una profundidad máxima de 218 m. Su nombre recuerda al misionero jesuita Nicolás Mascardi, que en la segunda mitad del siglo XVII estableciera una misión en las orillas del lago Nahuel Huapi.













A la tardecita llegamos a Bariloche y buscamos un camping a orillas del Lago Gutiérrez.













La ciudad de San Carlos de Bariloche se alza dentro del Parque Nacional Nahuel Huapi, en la ribera del lago homónimo. Es zona de lagos, ríos, cumbres nevadas, glaciares y exuberante flora.

El Parque Nacional Nahuel Huapi, con una extensión de 75.000 ha., es el primer parque nacional de argentina y uno de los más importantes de la Patagonia. Su centro geográfico es su lago Nahuel Huapi coronado con el Monte Tronador de 3.478 m.












Su creación se debe al Perito Francisco P. Moreno quien materializó las palabras que pronunció en 1903:
"Durante las excursiones que en aquellos años hice en el sur admiré lugares excepcionalmente hermosos y más de una vez enuncié la conveniencia de que la nación conservara la propiedad de algunas de ellas, para el provecho de las generaciones presentes y de las venideras. Vengo por ello, invocando los términos de la Ley, a solicitar la ubicación de un área de tres leguas cuadradas con el fin de que sea conservada como parque público. Al hacer esta donación emito el deseo de que la fisonomía actual del perímetro que abarca no sea alterada y que no se hagan más obras que aquellas que faciliten comodidades para la vida del visitante".

En 1922 se crea el Parque Nacional del Sur, base para el Parque Nahuel Huapi, a partir de la donación de Francisco Moreno, convirtiendo a la Argentina en el tercer país de América que cuenta con un sistema de parques nacionales.
Finalmente en 1934 se crea el parque Nacional Nahuel Huapi sobre la base de un proyecto de ley elaborado por Ezequiel Bustillo, por el cual se crea el Servicio de Parques Nacionales y simultáneamente este Parque y el Parque Nacional Iguazú.

Bariloche fue fundada oficialmente en 1902 por Carlos Wiederhold. Su característica arquitectónica le dá una hermosa fisonomía, con sus construcciones de piedra y madera, con techos de pizarra, al estilo de las tradicionales aldeas alpinas, juntamente con edificios de moderna estructura.


Domingo 10 de febrero de 2002

A la mañana nos encontrábamos en Puerto Pañuelo, donde salen embarcaciones que realizan excursiones por el lago Nahuel Huapi hasta la Isla Victoria y el bosque de arrayanes.
En el marco montañoso, se destaca la magnífica estructura edilicia del Hotel Llao Llao.

Visitamos el Centro Cívico (Monumento histórico Nacional) y almorzamos en el Lago Nahuel Huapi, que cuenta con una superficie de 556 km2 y profundidades superiores a los 400 m, con diferentes coloridos.

Luego del almuerzo salimos hacia Neuquén, pasando por el Valle Encantado, ubicado a orillas del río Limay, rodeado de cerros y formaciones rocosas de origen volcánico, las cuales por su apariencia cobran vida en la mirada e imaginación de quienes pudimos disfrutar de este paisaje, “viendo” leones, castillos, torres, etc., que dan origen a su nombre. Es un lugar místico, milenario y cautivante.





















Luego de realizar una parada técnica en Piedra del Aguila., pueblo que se caracteriza por ser El Portal del Corredor de los Lagos, donde las formaciones rocosas con predominio de vegetación achaparrada de arbustos espinosos, van gradualmente siendo reemplazados por la flora andina, lo agreste se conjuga con lo telúrico y la riqueza mineral parece aflorar.
Las colinas que van anticipando la meseta que se convertirá en cordillera van llenando los ojos de un paisaje característico y el silencio roto por los jotes y chimangos, hace pensar en la inmensa soledad del panorama que ofrece la Patagonia.

A la noche llegamos a Neuquén y después de una infructosa búsqueda de camping, nos alojamos en el Hotel Charbel….un lujo para nosotras que equivalía a 4 noches de camping aproximadamente!

Lunes 11 de febrero de 2002

Hicimos un recorrido por Neuquén, que me pareció una ciudad mas “loca” que Bahía Blanca, por lo que no nos dió mucha pena dejarla para regresar a nuestro hogar.

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